miércoles, 21 de octubre de 2009

Las nuevas aventuras de Frodo Bolsón

Frodo y yo hemos cumplido 10.000 kilómetros juntos. Y para celebrarlo, voy a hacer un recuento de mis andanzas desde que tengo carné de conducir (me lo saqué en marzo).

Golpes conduciendo otros coches: tres (contra otro coche al aparcar, contra un bordillo y contra una columna del garaje).

Golpes recibidos: uno. Pero Frodín es muy recio y dejó el otro coche destrozado, jajaja.

Kilómetros realizados: 12.000.

Kilómetros en Frodo: 10.000


Situaciones humillantes: tres.

Primera: Iba por Ciudad Naranco (la cuesta está empinadísima) y una malvada conductora se saltó el ceda el paso y tuve que parar. Resultado: no era capaz de arrancar el coche y me caía, me caía... Así que después de que saliese gente a las ventanas, la gente que estaba sentada en una terraza me gritara todo tipo de consejos y una señora tratase (sin éxito) de sacar el coche... Un señor que podría ser mi padre me cogió las llaves, arrancó el coche a la primera y sin acelerones y lo llevó hasta un lugar llano entre aplausos de toda la calle.

Segunda: Después de pasarme la ruta Campomanes-Gijón-Oviedo acojonada porque el acelerador se atascaba, llegué al taller para arreglarlo y me preguntan ¿no lo tendrás pillado con la alfombrilla? Ups.

Tercera: Vale, culpa, mía, suelo llevar música a todo volumen y en los semáforos bailo pero... nunca pensé que fuera vitoreada desde otro coche por un grupo de adolescentes hormonados y llenos de granos!! Que vergüenza.

Veces que he sido auxiliada por desconocidos para aparcar: dos.

Veces que he sido auxiliada por desconocidos para quitar el freno de mano: una.

Veces que he sido auxiliada por desconocidos para comprar aceite y echar aceite: una. (Lo que va a ser el día que me pinche una rueda... no lo quiero ni imaginar).

Veces que desconocidos se han ofrecido a lavar el coche por mí: una.

Multas: una.

Veces que se ha llevado el coche la grua: una.

Veces que he pasado miedo: infinitas, pero recuerdo dos o tres en particular: con lluvia, con sueño y por una braña.

Equivocaciones: muchísimas, la mitad de mis quilómetros (bueno, un tercio, deben de ser de los rodeos que doy). Una vez no me di cuenta hasta que vi un club de alterne y pensé: "no me suena este sitio de camino a Oviedo". Resulta que estaba en Avilés.

Veces que un adolescente con piercings ha tenido que cargarme la batería del coche: dos. (Con cambio de batería incluído).

Visitas al taller: cuatro.

Robos: Uno, con rotura de cristal incluída, que me hizo quedarme sin móvil y sin videocámara, snif, snif....

Y ahora no me doy cuenta de más... ¿es posible tener un un comienzo al volante tan accidentado como el mío?

5 comentarios:

  1. Jajajajaja, yo de ti empezaba a ir en bici. Eso de la alfombrilla me resulta conocido... Una amiga y yo atravesamos todo Ribadesella pensando que el acelerador estaba roto (en plena fiesta del Sella, todo lleno de gente y encima borrachos, hasta nos balancearon el coche... que, por cierto, era prestado). Cuando ya estábamos a punto de llamar a la grúa y a punto de llorar, mi amiga se dio cuenta de que estaba enganchado con la alfombrilla!
    Y al principio tb tuve que pedir auxilio en una cuesta... Es muy humillante.

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  2. Estoy convencida que se te han quedado en el tintero unas cuantas anécdotas y me alegro de haber podido vivir algunas de estas contigo y con Frodo ;-) ya sabes, Japi y Frodo forever jeje

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  3. Pero al final.. ¿llegaste a Mordor con Frodo o no?
    TIENES QUE DESTRUIR EL FILTRO DE ACEITE!! tiralo al volcán!! :p

    Te ha pasado de todo... :o

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  4. JAJAJAJAJAJA. La anécdota de Ciudad Naranco es sensacional.

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  5. Al final, hablando, hablando, resulta que a todo el mundo le han pasado todo tipo de aventuras y humillaciones en sus primeros meses de carné, sólo que la única pardilla que las cuenta soy yo!!

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