viernes, 23 de abril de 2010

Terminología

Hoy, Funcionario ha tenido que faltar a clase de yoga por trabajo. El profesor, que es un belga de 72 años con la elasticidad de un niño de 7, se dio cuenta de su ausencia y me preguntó por él. Bueno, lo que me dijo exactamente fue:

-¿Tú marido no viene?

Y yo me quedé toda cortada. Le contesté que no podía porque tenía turno de noche y ahí terminó la conversación, pero los engranajes de mi menta empezaron a acelerarse. ¿Marido?
No me molesté en corregirle por dos razones.
  1. No es asunto suyo y no creo que en realidad a él le vaya a importar.
  2. Me pareció un poco fuera de lugar, como inmaduro e infantil, decirle "no es mi marido, es mi novio". Hasta lo pienso con soniquete y todo.
Y claro, ¿cómo llamas a una persona con la que vives, compartes gastos y tienes proyectos en común? La palabra novio se queda pequeña, la palabra marido me viene grande y me da un poco de repelús. Y "mi pareja" me suena a pijiprogre trasnochado, como a feminista radical y modernete de los años setenta. Así que ahora mismo... ¿qué somos Funcionario y yo

martes, 20 de abril de 2010

Vuelta a los cantautores

Cuando Funcionario estaba en la Universidad, hacía un programa en Radio Vallecas sobre cantautores con un amigo. Por aquella época yo llevaba pantalones de campana y una trenca verde y había desarrollado una habilidad prodigiosa para arreglar bajos y transformar camisetas sin tocar una aguja.
Harto de que siempre sonara la misma música en el coche (básicamente, Extremoduro, algo de Reincidentes, Sabina, Serrat, Manel y un disco de canciones moñas que le grabé para un viaje sin mí, pero es que no encotrábamos otros puntos de acuerdo), hace poco se trajo de Getafe unos cuantos recopilatorios de su época vallecana (de cuando era hippy y tenía el pelo largo, madre mía...).
Así que Funcionario y yo estamos en esa fase, de nuevo. Todo vuelve, incluídos los pantalones de cintura alta. Y a mi me ha pillado pensando que los de cadera eran un signo del progreso de la civilización, como la desaparición de los corses y los miriñaques.
En fin, entre los cantautores que más suenan ultimamente en mis auriculares (de los de diademita, que eso si es una moda retro con la que estoy bien contenta) es Kevin Johansen. Es la banda sonora de nuestras mañanas de domingo y lo quiero compartir con vosotros porque me encanta la mezcla de estilos y el sentido del humor de sus letras.
A cambio... quiero una confesión. Todos tenemos algún cantautor de cabecera, ¿cuál es el vuestro?

sábado, 17 de abril de 2010

¿Por qué el sombrerero estaba loco?

Leí Alicia en el País de las Maravillas  de bien pequeñita, en una edición rústica de Alianza Editorial con una letra minúscula, las ilustraciones originales de John Tenniel y notas a pie de página. Me las leí todas, claro, y el estudio preliminar sobre el autor y el texto. Una vez fui una gran lectora.
El caso es que siempre he recordado como explicaba por qué el Sombrerero estaba loco. Ahora se puede consultar en la Wikipedia y santas pascuas, pero eran otros tiempos (que ya estoy mayor) y cuando eres niño hay cosas que te marcan y nunca olvidan. 

Resulta que los sombrereros de la época de Lewis Carroll trataban el fieltro con mercurio y la exposición prolongada a los vapores del único metal líquido provoca una enfermedad llamada hidrargirismo que, entre otras cosas, afecta el sistema nervioso y, cito, trastornos psíquicos como irritabilidad, tristeza, ansiedad, insomnio, temor, perdida de memoria, excesiva timidez, debilidad muscular, sueño agitado, susceptibilidad emocional, hiperexcitabilidad o depresión.
Claro que no le recordaba con tanta exactitud, sólo de que estaba loco por las emanaciones de mercurio.
Se lo estuve contando a Funcionario después de que visitasemos la mina de mercurio de Almadén (Ciudad Real), ahora está cerrada y es una atracción turística con vueltecita por las galerías incluida, pero ha producido un tercio del mercurio utilizado en el mundo, le sirvió a Carlos I de aval para financiar el V de Alemania (la compra del título de emperador), y un gran número de muertes por hidrargirismo.
Un metal interesante, el mercurio, un líquido que no moja. Toma su nombre de un dios romano, el término tradicional castellano es azogue, su nombre latino original hidrargirum, plata líquida, y en inglés se dice "quicksilver". Mercurial no sólo significa relativo al mercurio, sino también inestable, con cambios bruscos de comportamiento, un adjetivo que le va bien a nuestro Sombrerero. Y en general, a la mayoría de los personajes interpretados por Johnny Deep.
Y todo esto para decir que mañana voy a ver la versión de Tim Burton de Alicia en el País de las Maravillas, el estreno que he esperado con mayor expectación desde El Retorno del Rey. y sus cinco finales Ya os contaré.

jueves, 15 de abril de 2010

Un pinchazo en la bicicleta

Que cabreo me acabo de pillar. Había escrito un post el otro día con el título de ahí arriba, y lo había dejado guardadito para publicar. Y lo abro y no sé que he hecho pero ¡se ha borrado entero!
Estoy tan enfadada conmigo misma y con la función de guardado automático de Blogger que me dan ganas de gritar.

sábado, 10 de abril de 2010

Para escuchar en la terraza

Últimamente pienso (y escucho) a menudo en esta canción.
Sé que se sale de la música que solemos colgar aquí, incluso de la que yo misma suelo oir, pero cuando la escuché en directo en la Maestranza (Sevilla) me conmovió profundamente.
Contexto: Ho una casa nell'Honan es un fragmento de la ópera Turandot, que todo el mundo relacionará con el cinematográfico y famosísimo Nessum Dorma. La bella y fría princesa Turandot no se casará sino con el hombre que acierte los tres enigmas que ella proponga. Así que los ministros se dedican a preparar funerales para los pretendientes que han fallado. En este fragmento, al inicio del segundo acto, los tres ministros del emperador de la China (Ping, Pang y Pong) se lamentan de su duro trabajo y sueñan con retirarse a sus fincas en el campo: "una casa en el Honán", con un lago rodeado de bambú, unos bosques en Tsiang, un jardín en Kiu. La versión no es la mejor del mundo, sobre todo por la calidad del sonido, pero se deja oir.
Y aquí estoy, escuchándola en la terraza, con un té, el cielo azul y la brisa que sube del río, como si estuviera junto al lago y al bambú (que por otra parte, es una planta depredadora tipo eucalipto, pero eso no viene a cuento).
No he encontrado una traducción autorizada en Internet, así que aquí os pongo la mía, hecha a partir de la versión en italiano del libreto y la inglesa. Ya sabéis, versión libre, sin repeticiones ni estribillos.
PING: Tengo una casa en Honan
con un pequeño lago azul
rodeado de bambú.
Y aquí estoy, pasando la vida,
perdiendo el seso sobre los libros sagrados.
Y podría volver allí
a mi pequeño lago, tan azul
volver allí
todo rodeado de bambú.
PONG: Tengo bosques a Tsiang,
no los hay más bellos,
y ninguno me da sombra.
Tengo bosques,
no los hay más bellos.
PANG: Tengo un jardín en Kiu
que dejé para venir aquí
y no lo veré otra vez
no lo volveré a ver
No sé, me ha recordado un poco a Alegría y sus planes de tener un huerto. 

lunes, 5 de abril de 2010

Artesanos del verso y vicios profesionales

A los periodistas nos gustan mucho los datos. Cuantificar es un vicio profesional. Si lleva números, es noticia.
Por ejemplo: Asturias registra cada año unos 500 nuevos casos de cáncer de próstata (No quiero ofender a nadie con la selección de la noticia, es que es la última de este tipo que he encontrado. Y, no, no es de El Comercio Digital, Alegría, ¡lo siento!)
Vamos a ver, ¿Qué clase de noticia es esa? ¿Qué significa? ¿Son muchos o pocos en comparación con otras Comunidades Autónomas? Y de estos, ¿cuántos se curan? Y en proporción con otro tipo de enfermedades graves ¿son muchos?
Vemos un número y nos emocionamos, como si hubiéramos dado con el Santo Grial de la información. Creo que eso da una idea del nivel intelectual de la prensa en general (no en Asturias, en todas partes).
Pero este post no iba de esto y me estoy yendo por las ramas.
En mi propio afán cuantificador, quería dejar constancia de dos datos interesante que he encontrado haciendo el proyecto del máster. Mi fuente es el libro "Gabinetes de Comunicación on line. Claves para generar información corporativa en la red" de Berta García Orosa
  1. Entre el 75 y el 90% de las fuentes de información de prensa, radio y televisión son departamentos de comunicación de diferentes entidades. Sería interesante saber también qué proporción de la información publicada viene de notas y ruedas de prensa, porque debe de andar por ahí.
  2. En el mundo de la Comunicación hay un 26,33% de licenciados de otras carreras.
Este último porcentaje es el que me parece más interesante. Uno de cada cuatro profesionales de la comunicación no han estudiado Periodismo y asimilados.
En la última clase del máster estuvimos debatiendo sobre el papel y la función de un licenciado en Comunicación Audiovisual, cuestiones que están aún menos claras que en el caso del licenciado en Periodismo. No me considero especialmente corporativista en ese sentido. Conozco muy buenos profesionales procedentes de otras carreras y periodistas con título que son unos absolutos incompetentes (no me tiréis de la lengua, que empiezo a dar nombre).
 La visión del periodismo del personaje de Russell Crowe en "La Sombra del Poder"
me gustó muchísimo (y eso que no suelo ver películas sobre periodistas), 
pero, para mirar, mucho mejor Máximo Décimo Meridio, 
que además vivía cerca de Emerita Augusta.

Como dijo el profesor en clase "todo depende de si consideras el periodismo una profesión o un oficio" y de "la regulación y el poder de los colegios profesionales".
¿Somos los periodistas unos artesanos de la palabra y la información o unos ingenieros del dato? Un poco de todo, tal vez. Puedes escribir muy buenos artículos desde la intuición y la experiencia, sin necesidad de un conocimiento teórico del Periodismo. Pero, sin embargo, los conocimientos teóricos te dan una visión más amplia cuando tienes la experiencia y la intución.
Es una de esas discusiones bizantinas con difícil solución, pero reflexionar sobre ello me ha hecho pensar en Gabriel Celaya y aquello de "me siento un ingeniero del verso y un obrero que trabaja con otros a España en sus aceros".
No puedo resistir la tentación de copiar el poema completo porque expresa bastante bien lo que yo creo que debería ser el periodismo, menos cuantificador y más comprometido con la realidad.

La Poesía es un arma cargada de futuro
Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

¿Os habéis fijado en eso de "cantando me ensancho"? Lo asocio también a otro artista comprometido, aunque más urbano y calimochero.

Pues eso, ama, ama y ensancha el alma. ¿Tiene algún sentido esto que he escrito?

jueves, 1 de abril de 2010

La teoría del triángulo invertido


Hace cosa de una semana Entusiasmo y yo mantuvimos una profunda (casi filosófica) conversación por el facebook en la que, además de caerme una pequeña bronca por no actualizar este blog, acordamos darle un pequeño giro al mismo. Entusiasmo plateó una nueva línea y no voy negar que pese a mis principios (que sólo están ahí para fastidiar) la idea me pareció genial. A ver qué os parece a vosotros…

Se trata de seguir la línea editorial de la mayoría de medios de comunicación hoy en día (y no voy a poner ejemplos), e ilustrar con un poco de ‘carne’ nuestros posts. Pero, como nos gusta la paridad, y no queremos renunciar a nuestro carácter innovador, queremos reivindicar la belleza del cuerpo masculino. Que sí chicos, que ya no seréis los grandes olvidados… ¡Ya estamos cansadas de ver chicas monas en trapos menores o sin trapos!… ¡Ahora os toca a vosotros!

Pues bien, si se trata de hablar de la anatomía masculina, yo elijo centrar el tema en la espalda, ya que el otro día la conversación entre Entusiasmo y yo derivó en el curioso efecto de la ‘tabletilla espaldera’, esos bultitos que parecen una chocolatina pero que no aparecen en la barriga sino que lo hacen en la parte baja de la espalda justo antes de llegar a los glúteos. Creo que no es la primera vez que Entusiasmo y yo hablamos del cuerpo de los hombres y las dos coincidimos en que una de las partes más sexies de ellos es su espalda. Sí, por encima de los abdominales o el trasero. Donde esté un tío con una buena espalda, lo demás es secundario (bueno, tanto como secundario no). En aquella ocasión Entusiasmo me comentó que algo así como que una buena espalda masculina tiene que tener forma de triángulo. Creo que esa es una de las grandes verdades universales y que nunca la ‘Teoría del triángulo invertido’ dio tan buenos resultados (ay… si hubieran utilizado ejemplos como este en la facultad, seguro que habríamos atendido mucho más y hoy seríamos periodistas intrépidas y afamadas). Huelga decir que una buena conversación y un gran sentido del humor están por encima de todo esto, pero estoy segura de que se podría abrir un debate casi tan filosófico como el de Entusiasmo y el de Paciencia alrededor de la anatomía masculina ¿Qué opinará Energía?, ¿qué opináis vosotros?, ¿qué opinará la ministra de Igualdad?, ¿se animaría a hacer un ‘mapa’ de la espalda masculina?... Dicho todo esto, abandono mi modo ‘baboso’ y recupero la cordura hasta el siguiente post. (¡Ah! la foto es de Ricky Martin porque, pese a su gran confesión, seguimos creyendo que está estupendo)