jueves, 25 de marzo de 2010

Mi vida en una @

Me he instalado el Thunderbird en el portatil (a ver que tal), así que el programa se ha tirado horas para importar todos los correos electrónicos que guardo en la cuenta de Gmail (unos 600, después de hacer limpieza).
Eso me ha dado la oportunidad de repasar mi e-correspondencia personal de los últimos ¡seis años! Está guardado todo, o casi todo, no voy a guardar las 34.598 presentaciones de Power Point con los consejos del Dalai Lama que me han llegado a lo largo de este tiempo.
Me cuesta eliminar mensajes personales, aunque tengan una línea, porque son el recuerdo de mí y de mi vida, de mis amigos y de mis pensamientos en un momento determinado. Sin embargo, he de confesar que en un arrebato de enfado, de tristeza o sensatez, elimino conversaciones y correos sin piedad ninguna.
Mis conclusiones... como de costumbre, muy vagas y sometidas a tantos cambios según mi estado de ánimo que no sé si sirven de mucho, quizá una mezcla de "el tiempo pasa volando" con "hace tantísimo tiempo que parece que esa persona que escribe no soy yo", unido con "a veces no nos damos cuenta de lo importante que son determinadas personas (amigos, familia) en nuestra vida" y "en el fondo, ¿para qué quiero este montón de morralla?
Una excusa para una foto de George Clooney
Son sólo bits o bytes, o fotones, yo que sé. Pero son como... ¿habéis visto la peli Up in the Air? Me encantó lo de la mochila. No era una peli para ganar el Óscar, pero, en fin, tampoco lo era En Tierra Hostil (la gran perdedora fue Malditos Bastardos, muchísimo mejor que la ganadora y, sin duda, que Avatar). Pero la película tiene sus momentos y el símil de la mochila me parece muy acertado.
En este caso, todos esos correos electrónicos, archivos de Internet y páginas en favotiros son lo mismo que el montón de libros, fotografías, ropa y cosas varias que vas acumulando. Luego no te caben en la maleta cuando quieres coger un avión para una isla tropical (canaria) y te acaban perdiendo el equipaje en el aeropuerto y al final llega antes que tú al Hierro... Bueno, estoy divagando.
En este caso, los correos no ocupan un espacio físico, sino mental. Llega un momento que hay que hacer limpieza, supongo, pero me resulta difícil deshacerme de ellos. 
Borrar o no borrar, esa es la cuestión.

lunes, 22 de marzo de 2010

Autopromoción

Como Energía, ando un poco bloqueada y me cuesta escribir post. Supongo que estoy recibiendo tanta información que me resulta difícil producirla. Y que las cosas en las que pienso últimamente se relacionan con las asignaturas de la carrera y del máster, así que pueden pareceros un poco aburridas.

Pero hoy, en clase, nos han puesto como tarea obligatoria crear y mantener un blog. Tuve mis dudas sobre si presentar este o no, pero supongo que no sería muy justo que Paciencia y Energía hicieran el trabajo por mí, ¿no?

En fin, lo he solventado creando otro blog nuevo en WordPress (me apetecía probar su sistema). Como no tengo ganas de pensar mucho en los contenidos, voy a copiar y pegar las agendas de ocio de los periódicos extremeños (insertar risa malvada aquí).

No me regañes, Paciencia, por aprovechar el trabajo de tu homóloga/o del HOY, ¡al menos he decidido no copiarte directamente!

Bueno, aquí os dejo a mi nuevo hijo: http://quehacemosestefinde.wordpress.com/ Y no, no es ninguna indirecta para que me déis visitas (insertar retintín aquí).

sábado, 20 de marzo de 2010

Minusvalía

Llevo días tras el firme propósito de subir algo al blog y llevo días sin ser capaz de hacerlo. Estoy como bloqueada y una extraña parálisis afecta a mis dedos cada vez que se disponen a postear. Supongo que es una manera de evitar la introspección que acecha cada vez que me enfrento a un documento de word en blanco. Por eso, me decanto por compartir con vosotros una canción. La elección no es baladí....




Ahí va otra...

jueves, 18 de marzo de 2010

Asturianos por el mundo

Esta ha sido la semana de las diferencias norte-sur. Empezó el lunes, en clase de Programación Audiovisual, en la que el profesor nos estuvo hablando de como influían las variables sociodemográficas regionales en los gustos televisivos.

"De Madrid para arriba, las cosas son muy distintas", afirmó. Yo no pude más que asentir. Como mínimo, de Madrid para arriba, no nos comemos la mitad de las letras para hablar y distinguimos perfectamente la s de la c.

También me lo dijo una compañera una vez, a propósito de las murgas carnavaleras: "a ti te harán gracia, porque te ríes con cualquier cosa, pero a la gente del norte no le suelen gustar porque no tienen el mismo sentido del humor".

El martes, vuelta a lo mismo con Programación Audiovisual, pero esta vez, hablando sobre el clima. Para los que estamos acostumbrados  a los veranos norteños, resulta muy extraño que en agosto la hora de salir de casa y exponerse a un mundo sin aire acondicionado empieza a partir de las ocho de la tarde y dura hasta la madrugada.

Me recuerda al Ramadán en Marruecos, que concidió en octubre mientras estaba en Melilla y hacía que la vida social comenzase después de ponerse el sol. Las familias en pleno salían a la calle a pasar la noche, para estar simplemente sentados en un banco, comiendo pipas o tomando refrescos, después de haberse dado una cena digna de nuestra Nochebuena.

Más tarde, un compañero me habló de las diferencias que él había encontrado entre "los del norte" y los extremeños. Ya no me meteré en la inexistencia de las fiestas de prao o la afición a Andy y Lucas y derivados, pero... ¡aquí no saben lo que es jugar al duro! ¿Cómo han pasado su adolescencia entonces? No sé si debería poner estas cosas, que mamá lee el blog.

Y hoy por la mañana, de nuevo el mismo tema. Esta vez fue en la óptica. Me he comprado unas gafas nuevas (carísimas, como siempre) y mientras me graduaban la vista, me puse a charlar con la oculista (ya sabéis, mi incontinencia verbal me hace entablar conversación con quien se me ponga por delante).
Resulta que la chica había pasado su infancia y adolescencia en Tineo y reconoció mi acento casi de inmediato. Así que se puso a hablar de Asturias y de como sus mejores amigos son asturianos.

"Si me permites un consejo, aquí no te va a costar mucho encontrar gente para salir de copas o tomar algo por ahí, pero te va a costar mucho hacer amigos, amigos de verdad", me dijo. ¿Son más cerrados los extremeños que los asturianos? ¿Menos dados a dar intimidad?

No lo sé, pero mi experiencia no lo desmiente. Porque en medio año en Asturias hice muy buenos amigos, con los que se que puedo contar y en todo el tiempo que llevo aquí, apenas puedo decir que conozco a gente con la que tomar un café entre clase y clase.
Para vosotros, que sabéis quienes sois

Funcionario dice que los asturianos somos un poco como los judios. Nos reconocemos de alguna manera misteriosa cuando estamos por el mundo y tendemos a agruparnos unos con otros, como si no hubiera nada mejor que Asturias. También lo dice mi suegra, pero en un tono ligéramente despectivo.
Cuando estábamos en Melilla y él se sentía más asturiano de adopción, hizo un par de amigos policías que eran de Gijón. Y enseguida montaron una cena de gente de Asturias (y asimilados) y empezaron a hablar de recuperar el Centro Asturiano.
Sin embargo, con los años yo he ido aprendiendo justo lo contrario. Nos unen más cosas de las que nos diferencian, y ni siquiera tiene que ver con la lengua que hablamos. Es una cuestión de costumbres y forma de ser.
El hermano de Funcionario, que está haciendo un máster en París, dice que, al final, nuestro carácter es el carácter latino (palabra que tiene que hacer que los italianos se mosqueen) y que, sin duda, lo prefiere. A la hora de divertirnos, lo hacemos mejor.
¿Vosotros que pensáis?

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cartas de Maruja y Pepe

Lo mejor de ir a clase, a una conferencia o leer un libro de texto son las anécdotas, las historias curiosas que consiguen sorprenderte por su mismo origen. Y eso me pasó en clase de Archivística (sí, en el Máster hemos dado una clase sobre eso).
El profesor decidió leernos unas cartas encontradas en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres, en el fondo del Instituto Geográfico y Catastral.
Abandonadas en un cajón, dentro de un sobre, había tres cartas fechadas en los años 30 y acompañadas de una fotografía. Trascribo las tres, con faltas de ortografía y puntuación incluídas.

Carta número 1:
Si me promete uste ser un caballero y respetarme como una mujer honrada se merece, le espero esta noche en mi casa a las 11 y media estoy sola y aunq que sea poco tiempo podemos hablar ¿le parece? 
Confia en v. que sabra por tarse como a todo caballero coresponde y le saluda
Maruja.
Las once y media de la noche, una hora de lo más razonable para que una mujer honrada y un caballero "hablen":

Carta número 2:
Pepe: mi marido está hor de guardia pero yo no puedo ir a tu despacho por esperar bisita a las 7, asi que si quieres pueder benir a mi casa a las 11 y media para hablar un rato, la puerta la tendre avierta, si por casualida no pudiera recivirte, como señal pondre los tiestos en el balcon de enmedio asi que si tu los ves pasas de largo sin subir y si ves que no estan sube sin miedo, pues hasta las 12 te espero, te quiere. 
Maruja
Rompe este papel en seguida (¿lo harás?)
La relación entre Maruja y Pepe se consolida. Las instrucciones sobre las macetas en el balcón me parecen geniales, tan precisas. Pero el detalle de "rompe la carta" ya me parece genial, sobre todo porque sabemos que no lo hizo.

Carta número 3 (en un papel con membrete del Regimiento de Infantería número 21, oficiales).
Pepe de mi alma: No puedes hacerte idea el disgusto que tengo por haber cogido mi marido la carta que me has escrito pues aun que la carta la pude coger los sobre los bio y en seguida los puso a la lumbre y salio la direcion para que decirte como en esta las aguardado y dice se va aenterar haver quien las as escrito, asi que para que de cirte el dia de mi santo que e pasado 
mi papa tambien se aenterado pero a el le edicho que eran para una amiga y tambien me aregañado mucho, asi que te digo que tengo un susto dentro de mi cuerpo que estoy mala pues si no es por mi ligereza hoy huviera sido el ultimo dia de mi vida 
pero asi todo no tengo muy segura la cosa pues alomejor pregunta y se entera de algo asi que tu nene mio rompe todas las cartas y el retrato pues yo todo lo echo para que no tenga ninguna sospecha
yo te tendre al corriente de todo lo que pase pero tu no me escribas mas por lo que mas quieras, nos conformaremos con bernos y cuando este sola bendras a casa pero muy tarde yo tendre todos los balcones cerados para que puedas suvir tranquilo pondre en el balcon de el comedor los tiestos el mismo dia y tan bien te escribire, si vieras te estoy escribiendo en la cama sentada para que mi papa no bea luz en el despacho,
Hay que ser muy discretos si no queremos tener un disgusto y echar todo a perder y aunque nos retorzamos el corazon hay que tener paciencia ¿berda nene mio que seras bueno y haras todo lo que te digo?
¡Hay vida mia lo que te quiero! pero hay que ser buena a la fuerza pues beo que Dios es muy justo y castigo lo que no esta bien.
En fin boy a terminar pues el disgusto y los nervios no me dejan hacer nada puestoy pasando un dia que no te lo puedes figurar.
Recibe el carino de tu
Maruja

Esta carta me parece un prodigio de la literatura romántica. Entre el "Pepe de mi alma", la historia de las cartas, el papá, que Maruja no da una con las bes y las uves, los tiestos, Dios es justo y eso de "hay que ser buena a la fuerza"... no me pude reir más durante la clase.
Toda una historia de amor en tres cartas abandonadas. Hay que dar gracias a Pepe por no hacer caso de su amante y conservarlas. 
Es una pena que no pueda subir la foto de Maruja al blog, porque es genial. Imagináos una mujer según el canon de belleza de Rubens vestida con un traje de baño compuesto por unos pantalones floreados con una especie de túnica a juego echada a lo "maja vestida" en el patio de su casa. Pues esa era Maruja.
Según el profesor, no sería difícil, si alguien se pone a investigar, averiguar quien era realmente el tal Pepe, la tal Maruja y el padre y el marido, dada la cantidad de pistas disponibles.
Ojalá alguien lo hagoa.

Para la próxima os cuento mi rifi-rafe con Ibarra (¿alguien pensó que iba a quedarme callada sólo por tener a un ex-presidente autonómico delante?)

viernes, 5 de marzo de 2010

Un post divino, de la muerte


A estas alturas no sé si Entusiasmo y Energía me han expulsado ya de este blog por no aportar nada en los últimos meses pero, como no me ha llegado ninguna comunicación oficial, vuelvo a manifestarme.

Llevo sin escribir aquí desde el 8 de enero y, sinceramente, no pongo como disculpa la falta de inspiración (que nunca la tuve) sino que, realmente, no me apetecía. Quizás, la única cuestión que me ha pasado por la cabeza durante este tiempo es la muerte porque…. ¡vaya forma de empezar el año! En las últimas semanas no paran de llegarme noticias relacionadas con este asunto. Se trata de muertes de gente querida, de personas queridas por gente querida, muertes repentinas, muertes que están por llegar, muertes que llegaron tras años de espera y muertes que, pese a llevar años pensando que algún día llegarían, me han cogido por sorpresa. Afortunadamente ya me están empezando a llegar noticias de nacimientos y sé que en los próximos meses habrá muchos más. Así es la vida

Pero vuelvo al tema de la muerte, porque es una realidad que, pese a mis casi 30 años, todavía no soy capaz de afrontarla con frialdad. Nacemos para morir, sí, pero, pensándolo en caliente, ¿estamos preparados para ese viaje? Siempre que surge el debate y alguien pregunta “¿Qué harías si te dijesen que en ‘x’ tiempo te vas a morir?”, todo el mundo parece tenerlo muy claro: hacer el viaje de mi vida (o de mi pre-muerte, en este caso); decirle a la gente que aprecio, que les quiero; comer todo lo que me apetezca o en los mejores restaurantes; consumir todas las drogas que pueda consumir; gastarme todo el dinero en fiestas; acostarme con todos los hombres/mujeres que pueda; pasar ese tiempo con mi familia; rezar… Parece que la respuesta “me quedaría helado/a y no sabría reaccionar” o “me volvería loco/a en ese preciso momento por un ataque de pánico”, no se contempla.

Realmente, no tengo muy claro como quiero que sea mi muerte. Sólo sé que no quiero sufrir y que no quiero morir joven, por muy deteriorada que me vea con el paso de los años. Lo de no sufrir es totalmente lógico, pero hay gente a la que le gustaría morir joven, y no porque sean unos depresivos o porque estén contra la humanidad. De todas formas es cierto que no he experimentado todavía la decrepitud y puede que cambie de opinión en el futuro. Tampoco sé si, si se diera el caso, me gustaría saber que me queda poco tiempo de vida. Por una parte sí, porque podría hacer todo aquello que siempre he deseado, sueños que, en el caso de una muerte repentina no podría cumplir. Pero… por otro lado, seguro que no podría disfrutar de ese tiempo. O muy poco me conozco, o mi reacción tendría más que ver con el miedo que con el ‘carpe diem’. De hecho, en la actualidad me gustaría ser creyente para consolarme en la idea de hay vida después de la muerte, uno de los motivos por los que sospecho que las religiones tienen tantos seguidores. ¿Qué haríais vosotros?, ¿os gustaría saberlo?, es más, ¿creéis que hay algo después de la muerte? Espero que mi próximo post sea más agradable.