Golpes conduciendo otros coches: tres (contra otro coche al aparcar, contra un bordillo y contra una columna del garaje).
Golpes recibidos: uno. Pero Frodín es muy recio y dejó el otro coche destrozado, jajaja.
Kilómetros realizados: 12.000.
Kilómetros en Frodo: 10.000
Situaciones humillantes: tres.
Primera: Iba por Ciudad Naranco (la cuesta está empinadísima) y una malvada conductora se saltó el ceda el paso y tuve que parar. Resultado: no era capaz de arrancar el coche y me caía, me caía... Así que después de que saliese gente a las ventanas, la gente que estaba sentada en una terraza me gritara todo tipo de consejos y una señora tratase (sin éxito) de sacar el coche... Un señor que podría ser mi padre me cogió las llaves, arrancó el coche a la primera y sin acelerones y lo llevó hasta un lugar llano entre aplausos de toda la calle.
Segunda: Después de pasarme la ruta Campomanes-Gijón-Oviedo acojonada porque el acelerador se atascaba, llegué al taller para arreglarlo y me preguntan ¿no lo tendrás pillado con la alfombrilla? Ups.
Tercera: Vale, culpa, mía, suelo llevar música a todo volumen y en los semáforos bailo pero... nunca pensé que fuera vitoreada desde otro coche por un grupo de adolescentes hormonados y llenos de granos!! Que vergüenza.
Veces que he sido auxiliada por desconocidos para aparcar: dos.
Veces que he sido auxiliada por desconocidos para quitar el freno de mano: una.
Veces que he sido auxiliada por desconocidos para comprar aceite y echar aceite: una. (Lo que va a ser el día que me pinche una rueda... no lo quiero ni imaginar).
Veces que desconocidos se han ofrecido a lavar el coche por mí: una.
Multas: una.
Veces que se ha llevado el coche la grua: una.
Veces que he pasado miedo: infinitas, pero recuerdo dos o tres en particular: con lluvia, con sueño y por una braña.
Equivocaciones: muchísimas, la mitad de mis quilómetros (bueno, un tercio, deben de ser de los rodeos que doy). Una vez no me di cuenta hasta que vi un club de alterne y pensé: "no me suena este sitio de camino a Oviedo". Resulta que estaba en Avilés.
Veces que un adolescente con piercings ha tenido que cargarme la batería del coche: dos. (Con cambio de batería incluído).
Visitas al taller: cuatro.
Robos: Uno, con rotura de cristal incluída, que me hizo quedarme sin móvil y sin videocámara, snif, snif....
Y ahora no me doy cuenta de más... ¿es posible tener un un comienzo al volante tan accidentado como el mío?
Jajajajaja, yo de ti empezaba a ir en bici. Eso de la alfombrilla me resulta conocido... Una amiga y yo atravesamos todo Ribadesella pensando que el acelerador estaba roto (en plena fiesta del Sella, todo lleno de gente y encima borrachos, hasta nos balancearon el coche... que, por cierto, era prestado). Cuando ya estábamos a punto de llamar a la grúa y a punto de llorar, mi amiga se dio cuenta de que estaba enganchado con la alfombrilla!
ResponderEliminarY al principio tb tuve que pedir auxilio en una cuesta... Es muy humillante.
Estoy convencida que se te han quedado en el tintero unas cuantas anécdotas y me alegro de haber podido vivir algunas de estas contigo y con Frodo ;-) ya sabes, Japi y Frodo forever jeje
ResponderEliminarPero al final.. ¿llegaste a Mordor con Frodo o no?
ResponderEliminarTIENES QUE DESTRUIR EL FILTRO DE ACEITE!! tiralo al volcán!! :p
Te ha pasado de todo... :o
JAJAJAJAJAJA. La anécdota de Ciudad Naranco es sensacional.
ResponderEliminarAl final, hablando, hablando, resulta que a todo el mundo le han pasado todo tipo de aventuras y humillaciones en sus primeros meses de carné, sólo que la única pardilla que las cuenta soy yo!!
ResponderEliminar