¿Nunca os ha pasado? Vais felices por la calle, atolondradas,y notaís de pronto que algo vibra o suena por el bolso. Tratáis de cogerlo porque imagináis que es el móvil y vaciáis el millón de cachivaches que lleváis, quién sabe por qué, colgados del hombro pero resulta que no. No había sonado. Toc, toc, era la imaginación.
A mí me ha ocurrido infinidad de veces y es una de las muchas razones por las que detesto los teléfonos. Te roban intimidad, te atan a tus jefes, amos y señores de tu tiempo desde que te pueden localizar a cualquier hora.,Y, para más INRI, terminan por obsesionarte.
Y esta reflexión, ¿por qué? Porque resulta que hoy he estado con el padre de la telefonía, Martin Cooper, un vejete encantador. Y ha dicho, y cito textualmente, que inventó los móviles convencido que "una necesidad vital del ser humano es ser libre". Semejante convicción le llevó a liberarle de los cables y los espacios físicos para su comunicación. ¡Pobre Cooper!
La tiranía de los teléfonos moviles ha acabado por subyugarnos a todos. Pero no es culpa suya. A menudo en la vida las cosas tornan en la antítesis de los que las originó. ¿Cuánta gente busca una pareja para no sentirse solo y acaba por sentir justo lo contrario, cuántas estadísticas buscan mejorar un servicio que al final se hace esclavo de ellas y cuántos productos que deberían mejorar nuestra vida al final nos la complican?
¿Y qué me decís del Facebook y del casi monopolio que juega en nuestros minutos de vida? A mí, de momento, lo del Facebook no me pasa con este blog, e Irene me riñe. Prometo actualizar más a menudo ;-p
En desacuerdo. Realmente sí creo que los móviles te dan más libertad. Para empezar, ¡la de apagarlos!
ResponderEliminarY después de todo, antes de los móviles, quedar con la gente exigía mucha más planificación (y puntualidad). Y para esta profesión nuestra... un auténtico caos.
¿Y qué me dices de esos mensajes nocturnos: me parece fatal que....? Jeje
Yo creo que con Martin Cooper ganamos (y tú mucho, mujer super-solicitada).
De Facebook y el blog, hablamos otro día.
Besos
Pues no sé que te diga.. A mí el móvil me gusta, aunque lo de no encontrarlo en el bolso cuando te llaman me pone muy nerviosa. Y al final siempre acabo devolviendo la llamada y pagando yo.
ResponderEliminarYa, Entusiasmo, pero no me negarás que en cualquier época en que hayas perdido el móvil no te encontrabas casi como en éxtasis. Y precisamente por nuestro trabajo lo odio. Antes salías de currar y te ibas de cañas y no te molestaba ni el Tato. ¿Soy yo la única que he dejado cañas a medias porque hubo un accidente en...o a la que han llamado a las doce de la noche? Sobre los mensajes nocturnos, qué decir, si cada mañana me gustaría estrellar el móvil contra la pared al releerlos. Eso sí, y ahí va una concesión, para ligar no hay como el móvil!!
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