domingo, 14 de febrero de 2010

La conquistadora

Una de las teorías modernas de los estudios sociales habla de las identidades colectivas, o de cómo se pueden encontrar grupos no organizados de personas que reconocen unos vínculos en común aunque ni siquiera tengan trato entre ellos.
Es la teoría que explica las tribus urbanas, el fenómeno fan o el femenismo. Muchas mujeres se sienten orgullosas de los logros de otras mujeres sólo por el hecho de serlo.
Y una cosa parecida me ha pasado a mí cuando, leyendo sobre la historia de Extremadura me encontré entre los extremeños ilustres a Inés de Suárez, la conquistadora.
Cuando aún no tenía 30 años, Inés de Suárez decidó viajar a América para buscar a su marido, Juan de Málaga. Cuando llegó a Venezuela supo que su marido había muerto en combate y, como viuda de un soldado español, recibió unas tierras en Cuzco.
Allí conoció al que fue su gran amor, Pedro de Valdivia, uno de los "trece de la fama" que acompañaron a Francisco Pizarro en la conquista de Perú (una historia sangriente y cruel, pero realmente épica). Pedro de Valdivia estaba casado, pero se llevó consigo a Inés como si fuera una sirviente.

La defensa de Santiago
Como era mujer, no pudo participar en el campo de batalla, pero se hizo famosa en la defensa de la recién fundada Santiago de Nuevo Extremadura (Santiago de Chile).Cuando la batalla parecía perdida, ordenó la muerte de siete cabecillas indígenas para asustar y alejar a los asediadores. Ella misma llegó a decapitar a uno de ellos. Y consiguió su objetivo. Al arrojar las cabezas de sus líderes a los indígenas, ellos abandonaron la contienda.
Murió de vieja, pero tuvo que separarse de su gran amor. Presionado por la sociedad conservadora y por las órdenes del gobernador del Perú, Pedro de Valdivia, extremeño también, tuvo que hacer traer a su mujer de España y arregló el matrimonio de Inés con uno de sus capitanes.
Claro que si la juzgamos desde el punto de vista contemporáneo, lo que hizo fue una salvajada, pareja a las salvajadas que hicieron los españoles en América.
Pero aún así, me parece una mujer valiente y que se negó a quedarse esperando en su casa y cumplir su rol femenino. Y tampoco son muchas las que se incluyen entre los "conquistadores". Así que, como parte de esa identidad colectiva que es la femineidad, me siento orgullosa de ella.

martes, 9 de febrero de 2010

Más cerca de los 30





Muchísimas felicidades a nuestra bloguera preferida, la de la noria por cabeza y el entusiasmo por bandera. Y que cuuuumpla muuuuchos mááás...!

Mata a la abuela y se hace pasar por ella para atacar a la nieta



Alemania, 8 de febrero de...


Un lobo de nacionalidad alemana fue detenido ayer en el bosque como presunto autor del asesinato de una mujer alemana de edad avanzada, a la que, supuestamente, mató y devoró para después hacerse pasar por ella con el objetivo de comerse a su nieta, a la que había conocido poco antes, según informan las autoridades.


El presunto asesino fue detenido por un cazador en el interior de la vivienda de la fallecida, una cabaña en medio del bosque, cuando intentaba atacar a la nieta de la difunta, una niña que había acudido para atender a la mujer que, al parecer, estaba enferma y en la cama desde hacía varios días.


El cazador pasaba cerca de la cabaña cuando oyó los gritos de la menor e irrumpió en el interior de la misma, donde encontró al lobo vestido con un camisón y un gorro de dormir de la fallecida.

Detuvo al atacante disparándole varias veces, pero si tocar ningún punto mortal.
Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por la mujer, que ya estaba muerta cuando llegaron.

Según el atestado policial, la menor declaró haberse encontrado previamente con el lobo cuando iba de camino a la casa de su abuela y haberle pedido indicaciones para llegar hasta la cabaña, ya que habitualmente era la su madre, hija de la fallecida, la que realizaba ese trayecto para atender a la anciana.

Posteriormente, la policía averiguó que el lobo había indicado un camino erróneo a la niña, con el posible objetivo de llegar antes que ella a la vivienda para perpetrar el asesinato...

Ir y volver de Mérida a Madrid da para pensar muchas chorradas y esta ha sido una de ellas. Wikipedia mediante, Caperucita Roja es un cuento popular recogido primero por Charles Perrault, que omitió la parte en la que el lobo invita a cenar a Caperucita la carne de su abuela muerta, y luego por los Hermanos Grimm, que añaden al cazador que salva a la niña.  

lunes, 1 de febrero de 2010

Lo admito, soy (casi) una friki

Considero a Funcionario una persona inteligente y con una formación superior a la media. Por eso esta conversación me ha llevado a ser consciente de que he traspasado el umbral de usuario medio de internet para rozar el friki-bloguerismo. Gracias al cielo, no tengo Twitter (y me he quitado del Facebook).

Entusiasmo: Si los periodistas estudian los contenidos los medios de comunicación y los documentalistas y filólogos a los libros, ¿a quién crees que le toca estudiar los contenidos de Internet? Porque eso no es cosa de los ingenieros informáticos, es una cuestión de textos, de información.

Funcionario: Nunca lo había pensado, no lo sé. ¿A los periodistas?

(Minuto de silencio mientras Entusiasmo piensa en sus cosas, es decir, salta de un asunto a otro de manera caótica, y Funcionario mira la tele a la espera de que su novia le suelte de su abrazo y pueda leer en paz).

Entusiasmo: Hay un profesor de la Pompeu Fabra muy interesante, que tiene en su página web un montón de artículos sobre el análisis de los contenidos de Internet y el ciberperiodismo. Me he bajado un artículo suyo sobre la web semántica, porque es algo de lo que se habla mucho y no tengo ni idea de lo que es.

Funcionario: Ah.

Entusiasmo: ¿Tú que opinas?

Funcionario: No sé, es la primera vez que lo oigo.

Entusiasmo: Pero es algo de lo que se habla mucho.

Funcionario: Ni idea.

Entusiasmo: Oh, no, soy una auténtica friki.

¡¡Mi tendencia friki-rarita-empollona rebrota con más fuerza que nunca!!

Y ahora mi duda es... ¿debería leerme el artículo?

Una proposición (decente)

¿A alguno de vosotros se os ocurriría escribir un Quijote o un Ulises sin haber utilizado la letra y la palabra siquiera para escribir la lista de la compra? ¿Comenzaríais a hacer submarinismo de alta profundidad sin haber acariciado, al menos por una vez, el mar con la punta de los dedos? De un tiempo a esta parte le doy un millón de vueltas a cualquier nimiedad y, quién sabe por qué, he emprendido una reflexión similar en torno al turismo.

He estado en Argentina, Pakistán, Turquía, Grecia, Estados Unidos, La India, Italia, Holanda... Conozco Valencia, Sevilla, Jaén, Barcelona, Segovia, La Coruña,... Jamás he posado los pies en Yermes y Tameza, Morcín o El Franco.

Me he dado al senderismo en Tierra de Fuego y La Ruta del Alba o La Senda del Oso son rarezas para mí. Lo lejano, probablemente sólo por el hecho de serlo, me parece mucho más atractivo y digno de inversión tanto en términos de tiempo como de dinero. Sin embargo, también de un tiempo a esta parte, he comprendido lo ridículo de esta percepción y he diseñado un calendario de 'miniviajes' por el entorno.

Lo de 'Asturias Paraíso Natural' está muy manido. Pero estando en Castel Gandolfo (lugar de vacaciones del Papa y cerquita cerquita de Roma, en la misma región del Lazio) escuché a mis compañeros maravillarse de la visión del lago en el que 'panzarriba' tomábamos el sol.

"¡Es increíble! Estamos tumbados a la orilla del agua rodeados de montañas?" "¿Ein? ¿Y qué os creéis que hago yo en Lastres todas las santas mañanas", pensé. Pues eso.

Así que ya me he hecho con un mapa de carreteras que escrupulosamente estudiaré al menos una vez al mes (figura entre mis propósitos anuales, como podéis ver en una entrada anterior) para conocer nuevos lugares.

Este finde tocó Sobrescobio y la experiencia ha sido más que positiva. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid acabamos en Llanes y Lastres, pero esa es ya otra historia.

La siguiente parada, ya este sábado, supera fronteras y concluye en El Húmedo, en León.

Somos tres aunque se admiten inscripciones. En el Facebook tengo trescientos amigos, en la vida real muchísimos menos. ¿Quién se postula como compañero de periplos rurales?