domingo, 15 de noviembre de 2009

Mi primera vez

Soy consciente de que muchos no se lo creerán pero sí, hoy, 15 de noviembre, a mis 28 años, me he estrenado. Después de que todo el mundo me aconsejase la experiencia asegurando que, si todo sale bien, experimentas una gran sensación de bienestar, hoy lo he comprobado. Bueno, sinceramente, he de reconocer que el placer ha sido escaso y, en todo caso, lo que sentí fue una gran preocupación durante los 30 minutos que vinieron después. La verdad, es que para estas cosas soy demasiado tímida.

En mi defensa he de decir que yo no quería y que fueron las circunstancias del momento las que me llevaron a dar el paso. Llevaba años rondando mi cabeza la idea de que si en algún momento se daba el caso, lo haría sin pensarlo. Pues bien, hoy fue el gran día. Tuvo a las 7.39 de la mañana, en la estación de tren de Oviedo y, como no había mucha gente, la cosa quedó entre las cinco personas que nos vimos implicadas.

Para variar, yo llegaba con el tiempo justo para coger el tren y, cuando bajé las escaleras que me llevaban hasta el andén, vi que la luz de la locomotora estaba alumbrando hacia mí como avisándome de que, si no corría, me quedaría en tierra. Corrí, y llegué a la primera barrera para pasar la tarjeta y acceder al tren, pero las puertas no abrieron. Decidí cambiar, y corrí hacia la otra barrera que estaba más cerca del tren pero, nuevamente, las puertas estaban bloqueadas. A mi lado, unas chicas también lo intentaban con sus billetes sin éxito. Detrás, unos chicos esperaban riéndose de nosotras y sin preocuparse por la posibilidad de perder el tren. Me fijé que la pantalla que te confirma si tu billete o tarjeta se ha cancelado correctamente, me comunicaba que los títulos habían caducado. “¡Imposible! Hasta finales de mes no se acaban”, me dije convencida.

De pronto, vino un revisor y les dijo a las chicas que no sabían meter el billete correctamente, y les abrió una puerta para que accediesen al tren. Yo, indignada, le dije que mi tarjeta no funcionaba y también pasé sin que el hombre hiciese nada para impedirlo. Cuando llegué al vagón, me puse a buscar como una loca el recibo de la última vez que había cargado la tarjeta, dispuesta a cantarle las cuarenta al revisor si me decía algo por no haber cancelado el billete. ¡Cómo no! En mi cartera había miles de papeles y muchos recibos que no valían para nada. Los tiré todos y volví a buscar. Al fin lo encontré y comprobé que… efectivamente, los billetes habían caducado. Disimuladamente, miré el dinero que tenía en la cartera, una fortuna de 6 euros que no me daría para pagar la multa que un empleado retorcido me podría imponer si descubría que no había pagado el viaje. Cerré la cartera, me puse los cascos y recurrí al viejo truco de hacerme la dormida, aunque no lo conseguí por los remordimientos de conciencia. Una vez pasado el susto, casi 12 horas más tarde, he de reconocer que la experiencia no restará ni un minuto de mi sueño esta noche.

Yo he salido indemne de la situación y creo que RENFE no se irá a la ruina por mi primer ‘simpa’ o, al menos, el primero del que soy consciente. Probablemente si hago memoriadescubro que se produjeron situaciones similares en mi vida, pero seguro que no tan peligrosas como esta. Por favor, si alguien ha pasado por esta experiencia, agradecería que me la contaseis ;-)

9 comentarios:

  1. Jejeje. Vale más pagar, se viaja mucho más tranquila. Recuerdo como angustiosos los 40 minutos del viaje en tren de París al aeropuerto Charles de Gaulle. No compramos los billetes y, francamente, no merece la pena. Aquella hazaña no nos sacó de pobres y nos hizo pasar el trayecto en tensión, mirando para todos los lados por si aparecía un revisor al que no le íbamos a entender nada.

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  2. Por cierto, ¿Nunca habías hecho un "simpa" de nada? ¿Nunca en un bar? Ahora pq ya me encuentro un poco mayor para hacerlo pero de adolescente sí que los tenemos hechos. Y las risas que te echas después y la (estúpida) sensación de victoria eran lo mejor. Gracias a Dios nunca cerró un negocio de aquellos, quién sabe si hubiéramos tenido remordimientos... ;-)

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  3. Yo viajé de Madrid a Aranjuez (unos 40 minutos de trayecto en tren, creo recordar)en un 'simpa' ya que mi colega de allí me dijo que nunca pedían el billete y me fastidiaba pagar de más teniendo el abono de transportes. Tensión absoluta y nunca más: a otro amigo mío le echaron la bronca más memorable de su vida por ir sin billete entre Gijón y Mieres. Y otra: una noche que volvíamos de Avilés, de carnaval, a las tantas de la mañana, no encontramos dónde comprar el billete porque no funcionaba la máquina y, obviamente, no había personal en pie. Así que discusión al canto con el revisor. Al final, sin multa.

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  4. Pues es que, creo que intencionadamente no... Me da que ni en Roma lo hice, aunque todo el mundo nos dijo que era muy fácil colarse en el autobús. Pero lo de los bares nunca lo hice, en serio. De todas formas, si hoy lo hubiese hecho adrede para mí sería una gamberrada. Veo cada día que la gente se arriesga pero me puedo morir de vergüenza si me mandan bajar del tren en pleno trayecto. Tienes razón, no merece la pena

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  5. Esa es otra, Rocío... ¿Por qué nunca funcionan las máquinas? o no están donde tienen que estar. Y ¿Por qué nunca hay alguien amable que ayude?... Las máquinas están bien, pero hay que saber prever los problemas que puedan ocasionar... Por cierto, te veo muy experta en esto de los 'simpas'

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  6. Ya te digo, lo de Rocío se llama "callo". Jajaja!

    P.D. ¿Se nota que llevo todo el domingo ociosa? Ahora cambio ordenador por tele, espero que emitan algo si no interesante al menos entretenido

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  7. vaya compañeras 'quinquis' que tengo, uffffff un simpa no, pero ROBAR una minimáspequeñaimposible gominola en un kiosko es lo único carcelario que he hecho en mi vida
    MANGANTASSSS

    EVA

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  8. Jaja que interesante la historia. La próxima vez posiblemente podrás recurrir a la técnica de "la mujer dormida" ya serás una profesional del "simpa".

    Muy bueno el post :)

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  9. Oye, de experta nada, fueron simples momentos vitales y de pobreza extrema.
    Vaya, eso me suena :p

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