Hoy me he puesto unos vaqueros recién planchados. Hace unos días, cuando los tiré en la cesta de la ropa sucia, eran mis vaqueros favoritos. No es que me sentaran especialmente bien, pero me resultaban muy cómodos.
Pero entonces ha llegado ese momento que todas las mujeres temen.
El de subirse la cremallera de los pantalones
y abrochar.
¡Estaba completamente embutida!
Pero entonces ha llegado ese momento que todas las mujeres temen.
El de subirse la cremallera de los pantalones
y abrochar.
¡Estaba completamente embutida!
Tienen que ser los pantalones, que han encogido en la secadora, seguro.
Están tiesos, pero cederán un poco en cuanto los lleve unas horas.
Están tiesos, pero cederán un poco en cuanto los lleve unas horas.
No es que yo haya comido mucho últimamente ni nada.
¿Estáis insinuando que estoy gorda?
¡¡¡¡No lo estoy!!!!
¡¡¡¡No lo estoy!!!!
.
.
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Bueno....
De acuerdo, puede que haya cogido unos kilos... pero ¿de una semana para otra he cambiado de talla?
Odio lavar los vaqueros. Es una de las pequeñas experiencias de la vida cotidiana que me resultan francamente irritantes.
Como el trozo de la luna delantera de Frodo al que nunca llega el parabrisas. Esa esquinita del cristal con la forma de aleta de tiburón que parece burlase de mí y hace que todo el coche parezca mucho más sucio.
O la certeza de que la lluvia, que es agua después de todo, no lava, sino que sólo contribuye a ensuciar más el coche.
Y es que al igual que hay miles de pequeñas cosas que me hacen feliz en el día a día, hay otras tantas irritantes, molestas y exasperantes por su misma mezquindad y pequeñez.
De acuerdo, puede que haya cogido unos kilos... pero ¿de una semana para otra he cambiado de talla?
Odio lavar los vaqueros. Es una de las pequeñas experiencias de la vida cotidiana que me resultan francamente irritantes.
Como el trozo de la luna delantera de Frodo al que nunca llega el parabrisas. Esa esquinita del cristal con la forma de aleta de tiburón que parece burlase de mí y hace que todo el coche parezca mucho más sucio.
O la certeza de que la lluvia, que es agua después de todo, no lava, sino que sólo contribuye a ensuciar más el coche.
Y es que al igual que hay miles de pequeñas cosas que me hacen feliz en el día a día, hay otras tantas irritantes, molestas y exasperantes por su misma mezquindad y pequeñez.
¿No creeis?
Estoy totalmente de acuerdo con la sensación de los vaqueros :-( el primer paso sería dejar el chocolate (hablo de mi caso) pero eso de que "al lavar mengüen..."
ResponderEliminarEn cuanto al coche… japy ya no siente ni padece la suciedad
jeje muy bueno el post tengo ganas de la segunda parte (esto si que es una saga :-P)
Que no te quepan facilmente recien lavado es normal, lo preocupante es cuando te los pones y te quedan sueltecillos. Si te ocurre eso, a las tres horas empezaran a deslizarse por tu cintura, luciendo la huchilla, tanga, gallumbo o pelambrare, correspondiente, entonces si que es un problema, los tiras o engordas, ninguna de las dos opciones suena muy bien. Si te pasa lo que a tí, solo tienes que hacer una cosa, hacer ejercicio, deportista sedentaria. Que cargar con esa mini-dv y el mini-tripode, por mucho que te quejes, no se acepta como barco.
ResponderEliminarPor lo que veo, sigues acostumbrándote a tu nuevo estatus de propietaria. No habrá hipoteca que pagar pero da más problemas que un adolescente de Rodríguez. Con el tiempo cambiaras la frustración por el pasotísmo comenzando a apostar contigo mismo, hasta cuando podrá funcionar con esa luz fundida o esa rueda desinflada o hasta con ese techo de tienda de campaña. El aguante que tienen, es tan asombroso como la desconsideración con la que putean en el "mejor" momento.
De todas formas aún te queda el gran momento de tener que desempañar la luna delantera, ya verás que bien.
Bueno, Entusiasmo te dejo con tus pantalones y tu frodo, espero no haber ofendido a nadie en estas líneas que ultimamente ando un poco picajoso
¿Cómo que mini-trípode? No sabes lo que pesa el muy %$!!#*, si es como los de Cablemel, ¿qué te crees? Ay, estoy indignada.
ResponderEliminarPor cierto, tienes que mandarme tu teléfono en un mail, para que te llame y me expliques que te ha pasado con Paciencia...
P.D. No estoy ofendida y realmente he adelgazado un poco... Pero mamá mete los pantalones en la secadora y están como el cartón!
Diosssss.... Irene, has dado en el clavo. Esa sensación del pantalón vaquero es horrible, sobre todo porque, aunque sepas que han encogido con el lavado, siempre hay una vocecilla en tu cabeza que te dice "no, has engordado unos kilos y como sigas así, la próxima vez no podrás ponerte estos pantalones. ¡Gorda!, ¡que eres una gorda!" Pero al final siempre ceden, tú tranquila. Y lo de la luna de los coches... pufff la odio, sobre todo porque el que yo tengo en adopción está siempre lleno de mierda. ¡Muy buen post! Sólo le falta una foto de los pantalones (o de Frodo)
ResponderEliminarNo estaras embarazada?
ResponderEliminarjajjaja, tan gorda está Ir, Ir, que empiezan a pensar que pudieras estar embarazada.
ResponderEliminarDe todas formas también os digo, seguidoras de Bridgett Jones, que muchas veces los pantalones no dejan de apretar después de 2 horas, ni 3, ni 4, comienzan a dejarnos respirar a partir de la 6 hora y eso solo significa una cosa, estamos gordos y nuestro cuerpo se ha adaptado al medio. Así, gracias a la elasticidad de sus costuras y nuestra capacidad evolutivan, nuestros rechonchos cuerpos podrán rellenar esos pantalones hasta que un boton salte al ojo de alguien.
Ese día, reusaremos a remachar el botón y pasaremos de talla, antes que hacer ejercicio cualquier cosa!!!
¡No estoy gorda!
ResponderEliminarY a tu horario de adaptación a los pantalones le falta una variable: cuando se han metido en la secadora están mucho más acartonados.
De todas formas, hoy estoy contenta. Me quedé a dormir en casa de una amiga (Energía) que está mucho más delgada que yo y hoy por la mañana le "robé" algo de ropa y ¡me valía! La más ancha, por supuesto...
Estoy de acuerdo contigo, los anónimos no molan, es más divertido saber quien escribe!
Soy anonimo porque el medio me ha hecho asi...
ResponderEliminar:-P
odio lavar los vaqueros (bueno lavarlos no, ponerlso recien lavados) pero para ese momento exite "la danza del vaquero", que es como la de la lluvia pero versión "Country" jaja
ResponderEliminarUn par de pasos de baile de la "danza de los vaqueros" y quedan como "viejos"! :)