viernes, 8 de enero de 2010

¿Por qué yo? II


Digamos que este post es una forma de continuar y, al mismo tiempo ilustrar, otro publiqué hace en noviembre bajo el título ‘¿Por qué yo?’ describía a aquellas personas 'un poco diferentes' que formaban parte de mi día a día. Bien, he de decir que, para mi satisfacción, muchos de estos individuos se han ido desvinculando de mi rutina diaria.

El acosador baboso de la piscina, por ejemplo, no ha vuelto a coincidir conmigo desde el cierre de dicho centro por parte del Ayuntamiento de Gijón. Eso sí, he de decir que en las últimas semanas hice grandes progresos, descubrí las ventajas de ser borde y le dije claramente que no quería nada (café / copa / sexo) con él. No obstante, con este desprecio le di la oportunidad de soltarme perlas como "tú te lo pierdes" o "ya vendrás a mí". En fin...

Otro de los personajes que había conseguido borrar de mi vida es el loco del tren, ese que se empeñaba en sentarse a mi lado para decirme a gritos que este país estaba muy mal. Por recomendación de mi compañero Víctor, después de hacer cuatro trayectos Gijón-Oviedo en su desagradable compañía, comencé a sentarme todos los días en el primer vagón del tren (casi al lado del maquinista) para taparme con el periódico hasta que pasaba la estación de La Calzada. Pasado un tiempo, mi ‘amigo’ no volvió a coincidir conmigo y retomé mi costumbre de sentarme en el vagón de cola no sin cierto temor a volver a verlo.

Pues bien, mis temores se confirmaron hoy, después de la llamada telefónica que recibí en el trabajo y que intento reproducir a continuación, aunque hay partes que no recuerdo con claridad.

Yo: ¿Si?

Raro: Hola ¿Marta?

Yo: Sí, soy yo.

Raro: Hola, soy Juan de (Nombre de tienda de fotografía que no recuerdo).

Yo: Ah… (pensando qué decir para no quedar mal) perdona pero no caigo.

Raro: Igual no te das cuanta (muy hábil), soy Juan, tu compañero de tren. (La conversación me suena a “Soy José, tu compañero de piscina”. Entonces es cuando me doy cuenta que es el loco del tren).

Yo: Ah, sí, dime. (Me pregunto por qué soy tan amable con esta clase de tipos).

Raro: Hola, es que resulta que hay un chico de El Comercio que solía pasar por aquí habitualmente proponiendo a la gente salir en unas páginas y hace tiempo que no veo. (Por su explicación supuse que el mencionado chico era o comercial o fotógrafo).

Yo: Igual es… (O me interrumpe, o no me oye, o se la sopla lo que le voy a decir)

Raro: Sí, es que solía venir por aquí muchas veces y me dije, voy a llamar a esta moza para ver si sabe algo. ¿Viste que El Mundo ha sacado un suplemento para aprender a hacer fotografía?

Yo: (Me coge desprevenida pero contesto). Sí.

Raro: Es una mierda. Bueno, pues es que hace mucho tiempo que no viene por aquí. (Adivino que ha vuelto a cambiar de tema).

(Se oyen voces)

Raro: Perdona. (Lo oigo hablar con otra persona) ¡Hombre! Precisamente estaba llamando para preguntar por ti… (Barullo).

Raro: Nada, que precisamente acaba de llegar. A ver si nos vemos alguna vez. Hasta luego

Yo: Hasta luego (cara de póker)

5 comentarios:

  1. Marta, eres demasiado buena. ¿Por qué le dices a estos locos dónde trabajas? Taradaa!!

    ResponderEliminar
  2. Anda, anda, has omitido que la respuesta "ah, sí, dime" fue acompañada de una entonación musical y una risita... ¡Te tengo que dar unas clases de bordería!

    P.D. No soy la Martín (que lo podías pensar por lo del cursillo de bordería) :-))

    ResponderEliminar
  3. Ana, tienes toda la razón, pero es que cuando los conozco parecen tan normales. Cris, ¿seguro que no eres la Martín?, je, je

    ResponderEliminar
  4. Es que también la gente tiene demasiada cara. A alguna personas les vendría muy bien una cura de humildad :)

    ResponderEliminar
  5. Bueno, a partir de ahora voy a firmar como Cris M. para evitar confusiones (y demostrar que soy todo sensibilidad... El hecho que comente la realidad en toda su crudeza no significa que sea borde. No tenéis ni pxxa idea! Yo, borde? Por favor!!).
    A lo que iba... Me había perdido este interesante post!! Centellas!! Pero ese cerdo de dónde ha salido? Estamos locos o qué? Pero la gente por qué tiene tan poco vergüenza!! Le tenías que haber metido un buen bocinazo.
    Dios, Marta, qué les das? Vas creando pasiones ocultas allá donde vas!

    ResponderEliminar